Oh, my god!
Ya está encima la jornada electoral más importante del planeta, no como una elección popular, sino por la relevancia histórica de un país poderoso política y militarmente, que es mirado con ojos respetables por vecinos lejanos y también visto muy a gusto por el valor universal de su moneda ya bastante decadente, como todo en ellos.
Hablo de su ‘voto popular’ que como decisión ya no es tan relevante, porque así gane su escogencia, cada estado en EE.UU. tiene cierto número de ‘cuerpos colegiados’ que son los que realmente eligen.
Pensilvania tiene 19 y es la región en donde prácticamente se define al nuevo ejecutivo. No entiendo mucho ese enredo donde el soberano pueblo elige pero no decide. O decide pero no elige.
Bush Junior ganó por los colegiados de Florida a pesar de haber perdido. ¿Entiendo eso? Fue presidente.
Kamala Harris, una demócrata brillante frente a un republicano despreciable, según las discutibles encuestas, van unas a favor de tal y en otras lo contrario. Parecen consultoras contratadas por Yamid Amat.
Miramos hacia el norte con la boca abierta mientras nos miran a los del sur con los ojos cerrados
Sea quien sea el nuevo soberano, seguiremos siendo los quintos ‘tercermundistas’ en vía más abajo del subdesarrollo. El patio trasero de la casa blanca.
Me produce risa nerviosa ver a presidentes colombianos como Iván Duque ser recibidos por los presidentes gringos, que nuestros periodistas denominan como su ‘colega’, su ‘homólogo’. Se dan la mano con una sonrisa diplomática, para la foto. Qué cursilería tan babosa.
Son dos seres humanos con su misma biología, con sus hígados, sus riñones, su colon, su corbata, pero que como representantes de la misma institucionalidad son muy lejanos.
No es lo mismo un encuentro entre Franz Beckenbawer contra el defensa central del Boyacá Chicó aunque sea en un partido amistoso, con su saludo entre capitanes en el preámbulo del juego y frente a los jueces y luego la respectiva fotografía para la historia del fútbol mundial.
No es lo mismo un saludo entre María Fernanda Cabal con Indira Gandhi.
En el ‘Estado basura’, el borinquen querido, en la isla de Puerto Rico no pueden votar sus nativos los boricuas el próximo 4 de noviembre para escoger su nuevo presidente – país demócrata- pero sí los residentes en el territorio continental.
Entre los latinos en general y Florida en particular, Puerto Rico y el estado de Pensilvania está la próxima decisión del futuro de Estados Unidos y, no nos digamos mentiras, del planeta.
Esperemos que ´la basura’ derrote a la ‘limpieza’ social.
Happy Christmas.
Tomado de La Pluma del gato
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