Ancízar Casanova es un estratega bogotano de marketing político, dueño de la agencia Lapistudio. Sus principales clientes son políticos que se lanzan a gobernaciones o alcaldías, a quienes asesora mediante el diseño de campañas o estrategias que les ayuden a ganar. En la campaña electoral que acaba de culminar él también se puede declarar triunfador, pues con sus candidatos a la gobernación de Santander y alcaldías de Floridablanca, Barrancabermeja y Piedecuesta.
En su condición de estratega político comenzó definiendo para El Unicornio lo bueno, lo malo y lo feo del trabajo que adelantó: “lo bueno, haber consolidado el triunfo en todas las campañas. Lo malo, lo absorbente que es en lo personal, porque toca renunciar a todo y el esfuerzo físico se lleva al límite, se duerme muy poco, se come mal, se viaja mucho. Lo feo, tanta desinformación, tanta guerra sucia, tanta mentiras.
¿Cómo cree usted que le fue al gobierno y cómo a la oposición?
Para el gobierno el resultado fue un desastre total, y lo peor es que intentan engañarse con el resultado. Están como el avestruz, meten la cabeza en la tierra y creen que todo desaparece. En cuanto a la oposición, hoy se siente un vacío en espera de ser llenado; aún no logra capitalizar todas las ventajas de un presidente ausente y distante, cuyas comunicaciones solo reflejan lo que sucede al interior del gobierno.
¿Quiénes los grandes triunfadores y quiénes los grandes derrotados de la jornada? Deme nombres.
Triunfadores Álvaro Uribe y la derecha, por ende el gran derrotado fueron Gustavo Petro y los movimientos de izquierda.
¿En Santander cómo cree que les fue a los alternativos e independientes?
Fíjese en el diputado Ferley Sierra, candidato a la gobernación, y Carlos Parra, candidato a la alcaldía de Bucaramanga: también recibieron el rechazo ciudadano.
Cuando Petro fue elegido en Bogotá, Claudia López se proclamó ganadora. Ahora que Carlos Fernando Galán triunfó como su sucesor, también se proclama ganadora. ¿Cómo entender este galimatías?
Vivimos en una sociedad que busca la afirmación por asociación. No creo que exista confusión. Claudia es una mujer que ha demostrado sus capacidades y en mi criterio lo hizo bien, esperemos que todas las obras que se están haciendo logren darnos mayor movilidad. En lo político, la propuesta de Carlos Fernando Galán la representó. Ella sabe leer las circunstancias y sabía que quien la sucediera debía garantizar la continuidad de sus obras, empezando por el Metro.
Después de semejante quemada, ¿le ve futuro político a Gustavo Bolívar?
No existen los muertos políticos. Hoy el panorama ofrece unas circunstancias, pero mañana pueden cambiar de tajo. No creo que la izquierda se dé por vencida, por el contrario, creo que irán a dejar sus restos en las elecciones parlamentarias, que serán las primarias de las presidenciales.
Hablemos de regiones: en el Atlántico y la Costa en general, previsible el retorno de las maquinarias y los gamonales. Pero en Medellín y Antioquia se creía que con Quintero habría un viraje hacia la izquierda, y regresó con todas sus fuerzas el uribismo. ¿Cómo lo ve?
El mayor elector en Colombia fue el presidente Gustavo Petro, por eso las acciones del uribismo han tomado mayor valor.
A nivel nacional, ¿cómo cree que quedaron distribuidas las fuerzas?
Debido al enorme desgaste de los partidos, en esta ocasión se presentaron muchas candidaturas mediante figuras jurídicas de coaliciones, alianzas y grupos significativos. Todo esto para evitar la carga negativa. Muchos políticos tradicionales se presentaron como independientes, de modo que jurídicamente no es posible leer el mapa, pero políticamente es claro que la izquierda perdió. Y perdió bastiones esenciales.
Pensando en 2026, ¿a quién ve usted cómo el mejor prospecto presidencial del petrismo, del uribismo y del centro político?
La pelea va a estar muy buena, porque veremos resurgir a un Germán Vargas Lleras enfrentado a un JotaPé. Peleando un espacio también estará Claudia López, quizás el mismo Daniel Quintero. El hoy ministro Luis Fernando Velasco, posiblemente el senador David Luna. La pasada contienda entre Rodolfo Hernández y Petro nos dejó claro que la opinión no logra resolver. Por eso las regiones serán fundamentales en el futuro electoral.
Hablando de regiones, en Santander usted tiene grandes triunfos para reclamar. Le cedo el micrófono, puede explayarse y ‘sacar pecho’, si es el caso. Un balance de lo ocurrido aquí.
Desde lo político es muy sencillo de leer: la gente castigó la mayoría de los gobiernos y solo premió a uno. Desde lo estratégico, me complace haber contado con la confianza de quienes nos llamaron para hacer parte de sus equipos; solo me corresponde decir que supimos leer las circunstancias para obtener las victorias.
Para la gobernación de Santander, usted repitió la fórmula de hacer elegir a alguien que no tenía todo a su favor. Primero Didier Tavera en 2015, ahora con Juvenal Díaz. ¿Qué pasó ahí?
El general Juvenal le debe su triunfo a él en un gran porcentaje y a su equipo de trabajo, incluyendo a su esposa Victoria. Es un hombre de gran determinación, por eso ha logrado todo lo que narra su hoja de vida. Tiene un enorme corazón, quiere hacer las cosas bien, tiene una visión amplía de lo que significa el poder y cómo gobernar. Definitivamente no es político, es austero y cree firmemente en que con poco se puede hacer mucho. Le encanta el contacto con la comunidad y es muy trabajador. En cuanto a nuestro aporte, fue enmarcar su esencia y conectarlo con la realidad de un país representado en 87 municipios. Trabajar con el general Díaz fue una gran experiencia, de mucho aprendizaje personal y profesional.