Con la presencia del presidente Donald Trump, teniendo a su favor un buen clima, se llevó a cabo sin complicaciones el primer lanzamiento de la nave de la empresa SpaceX, del empresario sudafricano Elon Musk.
Es un vuelo histórico, porque es la primera vez que una empresa privada pone astronautas en órbita y es el primer despegue desde territorio estadounidense en los últimos nueve años.
Crew Dragon, nombre de la nave, transportó a Bob Behnken y Doug Hurley a la Estación Espacial Internacional (EEI). Ellos tendrán la misión de hacer el último proceso de validación de la nave y probar todos los sistemas de maniobra.
Si la misión Demo-2 de Crew Dragon es exitosa, SpaceX seguirá adelante con las seis misiones operativas a la EEI, las cuales debe cumplir mediante un contrato de US$2.600 millones con la NASA.
De esta manera la NASA no tendrá que pagar a los rusos decenas de millones de dólares para enviar a sus astronautas en la nave Soyuz.
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