La sumisión y la emancipación de Shakira

Por SANDRA GARCÍA

Este lunes 8 de mayo la cantante colombiana Shakira recibió el premio a “la mujer del año” por parte de la revista Billboard; su discurso se inspiró en los difíciles momentos que ha tenido que sortear durante estos últimos meses de su vida personal, y se hizo evidente el tono feminista con el que se dirige hacia otras mujeres, madres solteras, amigas, principalmente hacia su madre. Shakira descubrió qué es el feminismo en medio del dolor y las críticas, en medio de la voraz prensa y de tantos trinos que pretendían censurarla.

Parece increíble para muchos que Shakira haya aguantado durante tanto tiempo una relación abusiva al lado de Piqué, una mujer con fama, cualidades, talento, oportunidades y dinero. Aunque para muchos es difícil entender esta situación, comprendo la sumisión de Shakira.

Shakira, al igual que yo, estudió en una comunidad religiosa donde desde niñas enseñaban a las alumnas a ser obedientes y sumisas al varón, a considerar el matrimonio como el sacramento más sagrado e irrompible. Santas como Juana de Lestonnac, que entregó su vida a su hogar y a Dios, o beatas como ‘Laura Vicuña’, la niña que ofreció su vida para que su madre dejara el “pecado” de vivir con un hombre en unión libre, reafirmaron la creencia del matrimonio como entrega sagrada, sacrificio y dependencia.

Tanto en su discurso como en su entrevista con Enrique Acevedo, la cantante habló sobre ser “la mujer perfecta” y descubrir que no necesitas de un hombre, como te lo hacen creer porque nos educaron con los valores, comportamientos y pensamientos que debe tener una buena ama de casa: ser como la Virgen, imitarla, hijas perfectas suyas…

Shakira no es un caso aislado, muchas mujeres bajo esta educación siguieron y siguen esos preceptos al pie de la letra, aguantando toda clase de humillaciones y maltratos en sus relaciones, sufriendo en silencio la ley del aguante. Las perfectas amas de casa, las “novias” de Dios y del hombre, las madres resignadas, abnegadas y entregadas como María, soportando incluso los desplantes de su amado hijo, una mujer dispuesta a sufrir por su destino: el destino de ser mujer.

«La vimos crecer en Primavera Mundo Joven, la revista encargada del refuerzo psicológico y filosófico más poderoso para aconductar a toda adolescente o jovencita». SG

Dos caminos muy definidos se nos enseñaban, esposa o monja. O solterona, de quien decían que “se quedó para vestir santos”. Cualquier otro camino era considerado pecado, locura, desviación. Un adoctrinamiento desde la infancia, donde nos hacían imitar el comportamiento de la mujer joven, madre adolescente que sufrió terriblemente 2.000 años atrás, en el Medio Oriente. Añadiendo a eso una mezcla insoportable de “valores” occidentales de siglos pasados, repletos de misoginia y reformas cristianas.

¿Difícil de creer? Para nada, Shakira salía en las revistas del colegio como la alumna ideal, la artista modelo de su comunidad y de las niñas católicas. La vimos crecer en Primavera Mundo Joven cuando nadie la conocía, así se llamaba la revista encargada del refuerzo psicológico y filosófico más poderoso para aconductar a toda adolescente o jovencita. El refuerzo de lo supuestamente “bueno”, el rechazo de lo malo, la virtud a imitar del comportamiento femenino “jovial”, aunque distante con los hombres.

Hoy me pregunto y les pregunto a todas las mujeres que fuimos educadas como Shakira: ¿Cuánto daño nos hizo ese modelo, ser educadas bajo la romantización del amor y el matrimonio? ¿Cuántas desarrollaron dependencia hacia sus parejas? ¿Cuántas cosas hacemos para ganarnos la aprobación de nuestra pareja, la familia y la sociedad? ¿Cuántas sufrieron terribles tormentos al terminar sus matrimonios, el “vínculo más sagrado”? ¿Cuánto tiempo dejamos de ser libres? ¿Acaso seguir esa visión dogmática de lo femenino desde lo patriarcal, nos define o nos hace mejores mujeres?  ¿O… más bien nos convirtió en víctimas potenciales?

Afortunadamente Shakira factura, gana premios y el apoyo de un gran público. Mientras tanto, muchísimas mujeres en medio del anonimato siguen soportando matrimonios y relaciones que lentamente consumen su vida, igual a como se consumió la vida de la Santísima Virgen María…

@ladytron26

* Foto de portada, tomada de Cultura Colectiva

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