Inmediatamente después de que el subpresidente Iván Duque Márquez levantó la prohibición de contratación consagrada en la Ley de Garantías electorales, los depredadores del erario firmaron 645.495 contratos.
Sí, leyó bien: seiscientos cuarenta y cinco mil cuatrocientos noventa y cinco contratos. Por la suma de… 52 billones de pesos. La afirmación no es del periodista investigador Daniel Coronell ni del político de izquierda Gustavo Petro, no, sino del mismísimo contralor general Carlos Felipe Córdoba.
Ese dinero lo utilizan para tratar de voltear los resultados de las elecciones legislativas a favor del gobierno. Hay dinero a chorros para cómplices, secuaces, colaboradores y aliados.
La feria de los contratos que han puesto a rodar para voltear a su favor las elecciones, y que buscaba evitar la Ley de Garantías, fue posible gracias al uribismo.
El contralor Carlos Felipe Córdoba reveló además que el 40 por ciento de esa contratación fue directa. Casi entre amigos, sin licitación. Y la justificación o el contentillo usado para violentar el cerrojo de los recursos públicos en época electoral es la manoseada “reactivación económica”.
La feria de contratos de Iván Duque Márquez ya se encuentra demandada ante la Corte Constitucional, pero antes de las elecciones legislativas del 13 de marzo no habrá una decisión.
El uribismo al parecer se salió con la suya: hizo una fiesta de 52 billones de pesos de dinero del pueblo colombiano.
¿Cómo se manifestará el pueblo colombiano en la elección del próximo domingo?
Es la gran incertidumbre.