“Los bancos deberían hacer un acto de contrición”: Jairo Orlando Villabona

Por HERMANN SÁENZ PRIETO

Jairo Orlando Villabona Robayo Ph.D. es profesor asociado de la Universidad Nacional de Colombia, autor del Libro Un país trabajando para los bancos.

En esta época de obligada reflexión por cuenta de la Semana Santa y la cuarentena, Villabona conversó con El Unicornio y expresó sus recomendaciones sobre el papel del sector bancario en estos tiempos difíciles.

En su opinión ¿cómo ha sido el comportamiento de los bancos durante la crisis causada por el coronavirus?

El sector financiero, especialmente los bancos en las últimas décadas, ha sido el sector más rentable del país frente al decrecimiento de sectores como el industrial y el agropecuario, los cuales son vitales para nuestro desarrollo y además los que generan más empleo. Es necesario que hoy se manifiesten solidarios, por cuanto muchos ciudadanos y empresas, sobre todo las más pequeñas, se ven seriamente comprometidas en sus finanzas.

Las medidas de los bancos no han sido uniformes. Cada uno dio sus propias concesiones, algunos aplazaron cuotas e intereses -en la mayoría de los casos por dos meses-, otros solo cuotas, no hubo consenso entre los bancos. Algunos analizarán caso por caso, otros solo rebajarán la tasa de interés de la tarjeta de crédito, que de por sí es muy alta, pero únicamente para compra de medicamentos o realizadas en supermercados.

¿Cuál sería el comportamiento adecuado de los bancos en una situación tan inédita?

En un año tan difícil los bancos deberían ser más generosos. En 2019 sus ganancias crecieron casi el 19%, mientras la economía solo creció el 3.3%. Es decir, crecieron un 472% más de lo que creció nuestra economía. En Colombia los bancos siempre han sido privilegiados por las normas: el sector financiero tiene grandes beneficios tributarios, su tasa efectiva (real) de tributación está por debajo del 15% en la última década, su margen de intermediación es alto, la tasa que pagan en promedio por los ahorros que hacemos en los bancos y los CDTs es muy baja frente a las tasas que cobran por los créditos, afectando así a las PYMES y a las personas de menores ingresos.

«No basta con aplazar dos cuotas, igual van a seguir obteniendo grandes ganancias».

Cómo así, ¿no hay nada positivo en lo que han hecho los bancos hasta el momento?

Destacaría la concesión de los períodos de gracia o la rebaja del interés en las tarjetas de crédito. Pero no es suficiente, para esta crisis esa tasa sigue siendo alta.

¿Está de acuerdo con que la Superintendendencia Bancaria unificara las medidas para todos los bancos y no que cada uno tome medidas por su cuenta?

Sí, estaría de acuerdo para que las medidas fueran democráticas e iguales para todos los clientes bancarios. Pero como ya lo indiqué, no son uniformes y algunas realmente son inmateriales.

¿Cuáles han sido las medidas de los demás bancos en otros países? ¿usted cuál ejemplo destacaría?

Destacaría la baja en las tasas de intereses en la mayoría de casos para las Pymes y las personas independientes que son las más afectadas, los períodos de gracia mayores a dos meses, la baja en las tasas de interés del Banco Central en Estados Unidos que se aproxima casi a cero, y las líneas nuevas de créditos a unas tasas muy bajas.  En Italia se suspendió el pago de hipotecas a las familias afectadas por el coronavirus, también se congeló el pago de los créditos hipotecarios a todas aquellas personas que se hayan quedado sin empleo o que hayan sido despedidas temporalmente de sus empresas debido a la pandemia y lo puedan demostrar. Los gobiernos en general han desplazado las fechas de pagos de impuestos, principalmente a las PYMES y los independientes.

¿Considera que los bancos pueden hacer más de lo que han hecho hasta el momento?

Sí, por supuesto. Los bancos en Colombia deberían hacer mucho más. La baja en las tasas de interés es muy importante, el margen de intermediación es muy alto. Esto explica las grandes ganancias de los bancos, en detrimento de los demás sectores de la economía y de las personas. La tasa de la tarjeta de crédito en época de crisis no debería ser mayor del 0.8% mensual. Así lo están haciendo fondos de empleados, como el de la Universidad Nacional de Colombia y otras entidades del sector solidario. Deberían revisar los créditos de las Pymes, ya que a estas les cobran las más altas tasas y son las más vulnerables. No basta con aplazar dos cuotas, igual van a seguir obteniendo grandes ganancias, quizás utilidades un poco menores, pero siguen siendo considerables.

Muchos dicen que en su momento a los bancos se les dio la mano y que en este momento ellos no han sido consecuentes.

En la crisis financiera a finales de la década de los 90 el Estado salió al rescate de los bancos, favoreciendo a los públicos. Sin embargo, luego fueron privatizados en una decisión cuestionable y adquiridos por los grandes grupos financieros, a precios rentables para ellos.  El gobierno apoyó a los clientes de todos los bancos que se vieron afectados por el UPAC, pero esto no logró solucionar el problema, solo ocasionó que muchos inmuebles de los clientes bancarios quedaran en manos de esos establecimientos financieros. 

¿Cómo califica la donación de 80.000 millones de pesos hecha por el banquero más rico de este país, Luis Carlos Sarmiento Angulo?

Es un buen gesto, desde luego. La fortuna de Luis Carlos Sarmiento se estima hoy en cerca de $53 billones de pesos y la donación de $80.000 mil millones representa el 0.15 % de su riqueza; esto no lo afectará mucho, pero si servirá para ayudar a muchas personas. Quizá pudo ser un poco más de ese 0.15 %.

¿Considera oportuno que las oficinas de los bancos sigan abiertas en los días de cuarentena?

En realidad, no todas están abiertas. Lo más importante es preservar la salud y prevenir. Además, muchas transacciones se pueden hacer en línea.

¿Los bancos se han puesto la mano en el corazón en esta crisis?

Este momento histórico no se puede comparar con ninguno. Por las comunicaciones, la movilidad, la velocidad de transmisión del virus, considero que los bancos y principalmente sus dueños deberían hacer un acto de contrición y disminuir el alto margen de intermediación, sobre todo en uno de los países más inequitativos del mundo, con un altísimo índice del Gini, que sirve para medir el grado de inequidad. Los bancos de una u otra forma van a tener jugosas ganancias, el hecho de conceder más préstamos no los afectará. De acuerdo con cifras del Banco Mundial, Colombia es de los países con más baja democratización del crédito, la cual se mide al dividir todos los préstamos bancarios entre el PIB del país. Esta es una oportunidad dorada para incentivar la colocación de más recursos en la población menos favorecida, a tasas justas.

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