Mbappé, James Rodríguez y la conciencia de clase

Antes de conocerse los recientes resultados electorales en Francia en los que sacó ventaja la izquierda, en las redes sociales era viral lo que dijo la estrella del fútbol galo, Kilyan Mbappé. Previo a las elecciones invitó a votar contra la derecha fascista, la misma que odia a los inmigrantes, condición que ostentan Mbappé y sus padres. Esto dijo el crack: «Ahora, más que nunca, hay que ir (a votar). Es una coyuntura urgente. No podemos dejar que nuestro país caiga en manos de esta gente. Es acuciante: hemos visto los resultados, es catastrófico».

Para los periodistas deportivos colombianos que creen que los deportistas y en particular los jugadores de fútbol no «deben meterse en política», lo dicho por Mbappé les debió molestar, porque suelen ser defensores a ultranza del régimen de poder que les permite entretener y manipular a las audiencias. El establecimiento colombiano, con el concurso de la Federación de Fútbol y de la mano de los narradores deportivos, usa de tiempo atrás el fútbol para inocular en los fanáticos un sentimiento patriotero que sirve a los propósitos enajenantes de todo régimen de poder.  Pan y circo es la fórmula mágica cuando se pretende que los fanáticos dejen salir sus frustraciones durante 90 minutos o cuando se alcanza una estrella o una copa, para salir en caravanas a beber y a sacudir la bandera tricolor.

Es posible que las condiciones difíciles en las que se levantó Mbappé sean similares a las de muchos de los deportistas y jugadores de la selección colombiana de fútbol. Pobreza, desigualdad y violencia pueden ser tres elementos comunes en los orígenes del 10 de la selección gala y de muchos jugadores que actualmente brillan con el seleccionado nacional en la Copa América que se celebra en Estados Unidos. A juzgar por lo dicho por Mbappé antes de las elecciones en su país, la diferencia entre el jugador francés y los jugadores de la selección de Colombia está en la conciencia de clase, que no es otra cosa que ese sentimiento de saber de dónde se viene, de reconocer muy bien quiénes son los responsables de haber soportado condiciones adversas y el poder advertir para sí mismos que la fortuna que logren amasar jugando al fútbol, jamás podrá borrar sus orígenes.

Según Carlos Marx, la conciencia de clase «representa el mecanismo a través del cual una clase pasa de ser una clase en sí a una clase para sí. Sobre esta base, el mismo Marx señaló cómo la presencia o ausencia de conciencia de clase determinaba las posibilidades que tenía una clase social de convertirse en una fuerza social».

Mbappé parece tener muy claro qué es tener conciencia de clase, pues sabe que la derecha fascista francesa, en tanto clase, no les conviene a quienes defienden las libertades y no asumen la migración como una amenaza cultural. Me pregunto si dentro del seleccionado colombiano existen jugadores con la misma claridad de la estrella del Real Madrid.

Como Mbappé juega con la 10, miremos el caso del 10 colombiano, James Rodríguez. Baste con recordar la reunión entre el crack de la selección y el expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez para pensar que posiblemente Rodríguez poco o nada sabe de eso de la conciencia de clase. Lo primero que dejó ver en aquel encuentro con el político antioqueño es el desconocimiento de la historia reciente del país, en especial el contexto y las circunstancias socio políticas, culturales, económicas y de orden público que generó Uribe cuando «mandó» en Colombia (no gobernó) entre el 2002 y el 2010 y cuando  repitió mandato entre el 2018 y el 2022, en las «carnotas» de Iván Duque, su títere.

Ojalá los tres jugadores chocoanos que hacen parte del combinado nacional tengan más elementos de juicio que James Rodríguez, fruto de las difíciles condiciones en las que se levantaron en ese departamento castigado por el centralismo, el clasismo y el racismo estructural, para acercarse a esa veta de conciencia de clase que dejó ver Mbappé en su declaración.

Quizás sea mucho pedir para quienes creen que siendo ricos y famosos no están obligados a pensar por fuera de las canchas. Mi abuela materna solía decirles a mi madre y a sus hermanos: «del cura la misa, y nada más». A lo mejor debo recoger el sentido de la lapidaria y sigilosa frase de la «mamita» para decir: de los jugadores de la Selección, los triunfos y nada más.

@germanayalaosor

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Un comentario sobre «Mbappé, James Rodríguez y la conciencia de clase»

  1. Los chocoanos en en seleccionado colombiano son 5.

    1. Jhon Arias – Quibdó
    2.Jhon Córdoba – Istmina
    3.Deiver Machado – Quibdó
    4. Yasser Asprilla – Bajo Baudó
    5. Carlos Cuesta – Condoto

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