Por NANY PARDO
Yo tomé Acetaminofén. Solo Acetaminofén. Mi hijo, que enfermó al tiempo, no tomó nada. El Acetaminofén no me curó el Covid-19, pero sí me ayudó a mitigar los únicos dos síntomas que tuve y que me duraron dos días: dolor de cabeza y fiebre. El resto lo hizo mi sistema inmune. Fue mi sistema inmune el que sacó al virus de mi organismo, lo protegió y lo defendió del ataque externo. Nada más.
La gente que dice que la curó la Ivermectina o el Dióxido de cloro, seguramente habrían salido igual de la enfermedad si no tomaban nada o tomaban solo Acetaminofén. ¿Por qué? Porque el sistema inmune de la gran mayoría libra bien esa batalla. Es cuestión de números, de matemáticas simples. Más del 80% de la población expuesta saldrá de la enfermedad con solo estar aislados en sus casas y sin tomar nada. El resto requerirá hospitalización, y un número mucho más pequeño (que no llega al 5%), terminará en UCI «no matter what». De esos que terminan en UCI…unos contarán la historia, otros no. ¿Qué parte de esa dura y cruel realidad no quieren entender?
¿Quiere sumercé tomar algo para sentir que no le está dejando todo al azar? Tome sol, entonces. El sol sí ayudará a su sistema inmune a estar mejor preparado pues solo con solo nuestro cuerpo asimila la vitamina D tan necesaria para combatir la inflamación que genera el Covid-19. Tome sol. No tome remedios milagrosos porque eso le dijo el primo del vecino del amigo del pariente del panadero de la esquina quien aseguró que así fue cómo se salvó no sé quién en no sé dónde. Quiérase un poquito.
Es durísimo decirlo, desgarrador, insoportablemente doloroso, pero hay unas personas a las que no las salvará estar en el mejor hospital ni ser atendidas por los mejores intensivistas, o acompañadas por el mejor equipo médico posible y mucho menos contar con todas «las palancas» a su disposición (caso Carlos Holmes Trujillo). Es que ni una UCI, porque en realidad lo que les falla, lo que no les responde bien, es su propio sistema inmune, no la red hospitalaria. Tampoco la Ivermectina o el Dióxido de cloro los habría salvado. O bueno, sí, sí hay algo que los habría salvado a lo mejor: una vacuna a tiempo. Las vacunas sí cumplen con ese propósito de salvar vidas, esa es su función, para eso son hechas. Y no porque sean la cura milagrosa, que no lo son, sino porque son la vía menos costosa en términos de vidas humanas de llegar a la necesaria inmunidad de rebaño.
¿Tomar Dióxido de cloro porque lo dice el líder de una secta de locos? ¿Tomar Dióxido de cloro porque lo recomienda Natalia París desde una rumba electrónica en Cartagena? Give me a break.
*Toda mi solidaridad con los familiares y amigos de las más de 50 mil personas que han muerto por Covid-19 en Colombia. Ojalá empecemos a vacunar pronto y esta desgracia pare.