Por GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Pueblo, pueblo, pueblo altivo
marchó firme en la protesta,
que la indignación orquesta
contra un gobierno abusivo.
Es el reproche masivo
por la actitud arbitraria
que con fórmula sumaria
de palabrería engañosa,
quiso imponer la ominosa
defraudación tributaria.
Por eso en ciudades, villas
barrios, plazas, avenidas,
las multitudes nutridas
encendieron las hornillas.
De corruptos, camarillas
habrá quemazón futura;
su mal actuar les augura
que en elecciones de marzo,
se les va a incendiar el zarzo
y ‘quemada’ les figura.
Claro, medios delirantes,
siempre melifluos, lambones,
solo vieron encontrones
entre tropas y tunantes.
Sí, fueron más los marchantes
que en orgullosa armonía
desfilaron por la vía
de esta Colombia agobiada
que en multitud, no en manada,
en la protesta porfía.
Muchos con subido tono,
damas, jóvenes, viejitos,
ya los tienen por poquitos,
a esos rufianes del trono.
La verdad, produce encono
-no hay solución en asomo-
con el desprestigio al lomo
el partido de gobierno
solo fomenta un infierno
de bolillo, asalto y plomo
Mientras tanto el presidente
sigue robando pantalla,
para ocultar la gran falla,
de estar de los líos ausente.
Necesita un acudiente
que vigile sus andanzas,
porque un jefe de asechanzas
que tomaba valeriana,
hoy se lo puso de ruana
y le arruinó la esperanza.
ÑAPA UNO:
En esta gran batahola,
con fuerte tsunami en ola,
unos le gritan “mamola”
y, otros, mostrando la cola,
le hacen sonar cacerola.
ÑAPA DOS:
Se espera que a ese tuitero
que pide ‘plomo ventiao’
con afán de camorrero,
muy pronto, es decir, ligero,
tenga su tuiter ‘bloquiao’.