Por GERMÁN AYALA OSORIO
Con la manipulación de las imágenes de manifestaciones pacíficas en Cali, el informativo de televisión Noticias RCN cayó a lo más profundo del pozo en el que reposan años de mentiras, ficciones e invenciones, con las cuales trata de maquillar la imagen negativa que arrastra el régimen uribista.
Afirmar que los caleños salieron a celebrar el retiro de parte del articulado de la reforma tributaria, constituye la más burda maniobra informativa de engaño que se haya visto en la historia del periodismo colombiano. Los colombianos vieron, oyeron y asistieron estupefactos a la más mezquina y atrevida acción informativa que haya emprendido medio de comunicación alguno en este país.
Como si se tratara de un episodio narrado en la novela 1984, RCN construyó una enorme mentira con el único propósito de confundir a su audiencias para salvar la creciente imagen negativa de este gobierno y tratar de menguar en algo su cada vez más notorio desprestigio.
Si algo hizo Orwell en 1984 fue abrirle los ojos al mundo sobre cómo funcionan los regímenes totalitarios y los peligros que ello concita. Y el actual régimen hace rato viene rondando esos límites, en particular porque el partido-secta de gobierno, el Centro Democrático, viene imponiendo un régimen de terror frente al cual partidos como el Liberal y el Conservador han guardado silencio, gracias a que sus cuadros directivos se han preocupado más por asegurar puestos dentro de la burocracia oficial que por atender a las verdaderas demandas de la sociedad. Por el contrario, lo que viene haciendo RCN es tratar de vendar los ojos a cientos de miles de colombianos que aún creen en las mentiras de una empresa mediática que usa su poder de penetración, para ganarse una buena parte de la torta publicitaria oficial.
Si bien RCN de tiempo atrás viene sirviéndole de pararrayos al régimen mafioso y criminal que hoy opera en Colombia, hay otros medios de información que están en la misma línea. Se trata de El Tiempo, Caracol Noticias y las revistas o magacines radiales La FM y La W, entre otros.
Durante los días consecutivos que lleva el Paro Nacional, los tratamientos periodístico-noticiosos de esos medios han sido vergonzosos. Noticias Caracol se concentra en mostrar los desmanes y daños producidos por turbas muy seguramente apoyadas por agentes infiltrados de organismos de seguridad del Estado. Huelga recordar en este punto la participación de elementos policiales en una reciente manifestación popular en Bogotá, en la que los uniformados atacaron una sede del Icetex.
En coyunturas tan complejas como las que hoy afronta Colombia, lo que más necesita el país es de un ejercicio periodístico sereno, riguroso y apegado a los principios y valores deontológicos del oficio. Hacer lo contrario alimenta el malestar social que desde el 28 de abril se viene expresando en las calles mediante plantones y pacíficas marchas multitudinarias.
Resulta a todas luces peligroso e inconveniente que las directivas de RCN y las de los otros medios que ya hacen parte del «Eje del Mal Mediático» se pongan al servicio del Régimen Uribe-Duque, dejando de cumplir el mandato constitucional de informar de manera oportuna y veraz. Servir de ruedas de transmisión solo los ubica como amanuenses y estafetas, mientras que la credibilidad de sus periodistas cae al ignominioso pozo de la propaganda.