Por FELIPE A. PRIAST
Me llegó en edición pirata y en español el reciente libro del exembajador de EE.UU. ante la ONU, John Bolton, The Room Where it Happened, o La Habitación donde sucedió. Mala traducción, se ve que la hicieron a la carrera con uno de esos traductores en línea que dan traducciones sin mucho “feeling”.
No sé si en mi país ya están leyendo el libro, pero Bolton deja a Colombia muy mal parada. Para empezar, dice que Trump habla de Colombia como si fuera de él, su propiedad. “Manda 5 mil tropas a Colombia”, le dice Trump a Bolton, sin siquiera preguntar si Colombia va a dar permiso para su ingreso.
Para Trump, Colombia es su prostituta: un país que hace lo que él diga.
Y luego está todo el capítulo de la “tumbada del muro” en Tienditas el año pasado. Toda la conversación entre Bolton y Trump es como si Colombia les perteneciera. En ningún momento se habla de “pedirle permiso a Colombia para esto” o “preguntémosle a Colombia a ver qué opinan de aquello”, ¡para nada! Colombia vendría a ser otro Estado de la unión americana, en términos prácticos.
Ahora ya es oficial, no un asunto de conjeturas: somos otra Puerto Rico, con la desventaja de que no tenemos pasaporte americano ni algo qué decir sobre lo que pasa en Washington.
Se juntaron las dos posiciones más desventajosas para Colombia: el presidente de Estados Unidos es un halcón hijo de puta de carácter agresivo, y el presidentucho de Colombia es un huevón. A veces me pregunto si Uribe escogió a Duque precisamente por eso, para brindarle en bandeja de plata un “presidente dócil” a los norteamericanos.
Página tras página, Bolton humilla a Colombia en cada frase, en cada comentario, en cada descripción que hace sobre las políticas hacia Venezuela. Es tan humillante la descripción que Bolton hace, que uno termina admirando al régimen de Maduro por mostrar más dignidad que el de Colombia.
Colombia es sinónimo de prostituta, somos la ‘coya’ de los norteamericanos. Esto es lo único que queda claro del libro de Bolton.