Enhorabuena se convoca a un paro general el 21 de noviembre para protestar por una serie de medidas impopulares que nos quiere imponer el gobierno de Iván Duque, con un índice de impopularidad del 69 por ciento.
Varias razones de carácter político, social y económico nos dan la razón para pensar que están dadas las condiciones para salir a marchar.
Sin ser profetas del desastre, vemos con preocupación cómo en estos 15 meses de gobierno nos han querido imponer una serie de medidas que están agobiando a los sectores de clase media y a los estratos de menores recursos, y estas se van a incrementar con una serie de reformas.
En primer lugar, una reforma tributaria que afortunadamente la Corte Constitucional declaró inexequible, pretende rebajarles impuestos a las grandes multinacionales y crearle más impuestos a la clase media y a los trabajadores. Esta reforma es el ajuste financiero que hace el Estado a sus ciudadanos para que paguen lo que se roban sus funcionarios.
En segundo lugar, una reforma laboral que reduce el 75 por ciento del salario mínimo para jóvenes, estableciendo un salario diferencial por regiones y una contratación por horas. Ver reforma en Gaceta del Congreso.
En tercer lugar, una reforma pensional que pretende eliminar la pensión como derecho de todos los trabajadores. También quieren convertir a Colpensiones en un fondo privado y ajustar las “pensiones” por debajo del salario mínimo. Esto dejaría las pensiones en manos de fondos privados como el Grupo Aval y el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA).
Imposibilidad de acceso a la pensión de nuevos afiliados y a quienes les falten más de diez años.
Así las cosas, este modelo de pensiones conduciría a la segregación y a la pobreza de nuestros adultos mayores: pan para hoy y hambre para mañana.
Por lo anterior se requiere salir a la calle el 21, para exigir un salario mínimo que permita tener una vida digna y que cubra la canasta familiar.
No estamos de acuerdo al incremento del 35 por ciento a las tarifas de energía eléctrica para los estratos 4, 5 y 6 en todo el país.
No debemos permitir que se privaticen las empresas: Ecopetrol, Isa, Cenit y las electrificadoras regionales y nacionales y todas aquellas en las que el Estado sea propietario de la menos el 50% de las acciones, y subasta del espectro radio eléctrico.
El gobierno nacional y su partido, el Centro Democrático, están informando que el paro del 21 de noviembre estará infiltrado por extranjeros, con la única intención de deslegitimar la protesta.
Es por ello que se requiere hacer un llamado a todos los colombianos para que se unan a este llamado de unidad y de lucha por nuestras reivindicaciones sociales.
Esta ola de inconformidad y de malestar social que se está gestando en toda Suramérica, como en Chile y Ecuador, será un nuevo aliciente para que despertemos y tomemos conciencia de un nuevo despertar que se está creando en Colombia.
Existe un solo camino. O dejamos que sigan decidiendo “ellos”, o comenzamos a hacer algo por “nosotros”.