Por JORGE GÓMEZ PINILLA
Por el bien del país y de la institucionalidad democrática, es de esperar que esté equivocado el abogado y jurista Ramiro Bejarano cuando afirma que la terna para fiscal que presentó el presidente Gustavo Petro a la Corte Suprema de Justicia ya no se puede cambiar. En su charla con Los Danieles, el domingo pasado Daniel Coronell le preguntó a Bejarano si consideraba posible modificar la terna después de haberla presentado”, y este respondió que no, “a menos que haya renuncia de alguno de los ternados, porque hay un acto administrativo consistente en que el presidente designa a tres personas para ungirlas como candidatas. Es decir, hay una condición jurídica a favor de quien es incluido en la terna”. (Ver charla).
Para ubicarnos en contexto, justo ese día Coronell publicó una columna donde demostró que una de las ternadas es más cercana al exfiscal Néstor Humberto Martínez que a quien la ternó, y trajo a colación una situación de veras preocupante: con fecha 14 de agosto de 2018 Jorge Enrique Pizano, quien al parecer fue envenenado con cianuro, le había enviado una carta a la entonces fiscal 80 de la Unidad Anticorrupción, Amparo Cerón, pidiéndole protección para él y su familia; carta que no obtuvo respuesta y “tres meses y medio después, él y su hijo murieron en circunstancias que no han sido investigadas de manera independiente”. (Ver columna).
Frente a lo que opina Bejarano el mismo Coronell -quien cree que el presidente fue mal informado cuando incluyó a la señora Cerón- citó un concepto de la Sala de Consulta y Servicio Civil del Consejo de Estado según el cual “sí se puede cambiar la terna, hasta antes de que se surta la elección”. A lo cual Bejarano le respondió que “los conceptos de esa sala son eso, conceptos; no obligan”.
Sea como fuere, el problema de fondo se presentaría en si aquello que aparece como un error del presidente Petro, no pudiera ser subsanable de aquí al momento en que la sala plena de la Corte se siente a decidir quién será la próxima fiscal. Y llegados a este punto la preocupación es doble, si nos remitimos a lo que ese mismo día planteó Ramiro Bejarano en columna para El Espectador: “El presidente de la Corte Suprema insiste en respaldar a la persona física de un fiscal en campaña política (se refería a Francisco Barbosa) cuando la Fiscalía arde por dentro. ¡Ah!, la solidaridad de cuerpo no deja ver lo que está aconteciendo en ese búnker de la infamia”, decía Bejarano. (Ver columna). Y es la misma corte que va a escoger al próximo fiscal, digo yo.
Pero hay un tercer concepto que no se debe descartar, pues proviene nada menos que del segundo a bordo del petrismo, Gustavo Bolívar, quien luego de la lectura de la columna de Coronell captó que la señora Cerón “por su cercanía con Néstor Humberto Martínez podría continuar la impunidad sobre Odebrecht”, y en tal medida consideró que “el presidente debería enviar una nueva terna sin ese nombre. Un concepto del Consejo de Estado le permite cambiar la terna hasta que se surta la elección. ¡Otros 4 años de calvario NO!”. (Ver trino).
Llegados a este punto, debemos decir: sí señores, es por ahí. Es muy bueno que Daniel Coronell le haya abierto los ojos al país y advertido en su columna del domingo pasado sobre una situación por completo anómala para la institucionalidad de la nación, y en tal medida requiere ser corregida, con carácter de urgencia. Es de esperar entonces que el presidente Petro actúe en consecuencia y, si la juridicidad lo permite, proceda a retirar a “la infiltrada” de esa terna, y a incorporar en su remplazo a alguien que brinde garantías de imparcialidad en la tarea de impartir justicia, sea hombre o mujer, esto es secundario.
Pero habría una segunda recomendación para nuestro presidente, también con carácter urgente. En Colombia hay un sentimiento antipetrista muy fuerte, y prueba de ello es que en la pasada elección presidencial, con tal de impedir el triunfo de Petro casi la mitad del país votó por un señor narcisista muy parecido al loquito argentino Javier Milei, el autodenominado ingeniero Rodolfo Hernández.
Ese sentimiento anti-Petro es reforzado a diario por la poderosa propaganda negra que se produce desde las cloacas de la oposición, la misma que acudiendo a consignas religiosas y a mentiras descomunales -como la de que el acuerdo de paz de Juan Manuel Santos con las Farc iba a volver homosexuales a nuestros niños- logró hacer que en el plebiscito de 2016 el país votara contra la paz y a favor de continuar la guerra.
¿A dónde vamos con esto? A que creemos que se requiere que el presidente le baje a su tono confrontacional con aquellos medios opositores que, sin duda, están dedicados al fomento del pesimismo. Lo decimos con el mejor y más pacífico de los ánimos, y basamos esta amable solicitud en una razón de Perogrullo: la oposición y los dueños de los medios tradicionales saben más de comunicación y manipular las conciencias que los mismo estrategas del gobierno. Son unos verdaderos genios en el manejo de la propaganda negra, en las tareas de sembrar miedo. Conocen a fondo la psicología del votante colombiano, tienen muy bien repasada y practicada la cartilla de cómo manipular sus más recónditos temores.
La propuesta entonces es a actuar con serenidad, a conservar la calma, a no perder la majestad presidencial, a no rebajarse casando peleas con actores de poca monta, pues con esa actitud a veces victimista lo único que están logrando es crecer a un contrincante al que de pronto sería más fácil o estratégico derrotarlo por la vía de invitarlo al diálogo.
Digamos entonces que hoy el palo no está para las cucharas beligerantes, menos si se está hablando de Paz Total y de buscar la reconciliación entre todos los colombianos.
Post Scriptum: Hablando de medios opositores, debo decir que lamento lo ocurrido con mi colega de Noticias Caracol, Ricardo Calderón, jefe de investigaciones de ese noticiero. Quizá por congraciarse con la tendencia negativista de los dueños del canal, omitió una norma básica del periodismo, como es la de contrastar sus fuentes. Si antes de emitir el informe donde advertían del supuesto ingreso de dineros de un narco a la campaña de Petro en Yopal hubieran hecho lo que hicieron al día siguiente, o sea entrevistar a Eduardo Noriega, delegado de Colombia Humana ante el Pacto Histórico, ese noticiero no habría sido tendencia negativa en Twitter durante seis días con la etiqueta #CaracolMiente.