Por JORGE GÓMEZ PINILLA
A pocas horas de la crucial elección que definirá el destino de Girón durante los próximos cuatro años, vienen a mi mente las dos primeras palabras que a la edad de 22 años pronunció Policarpa Salavarrieta antes de ser fusilada por haberse rebelado a la Corona Española.
¡Pueblo indolente!, les dijo a los neogranadinos que asistieron a presenciar su fusilamiento y que no luchaban para obtener la libertad, pues parecían aceptar sumisos la opresión de los conquistadores.
Guardadas las proporciones, hoy Girón vive una opresión diferente pero no por ello menos indigna: la de saber que hace más de ocho años estamos gobernados por alguien que conquistó la alcaldía de nuestro municipio con el único propósito de enriquecerse. Ustedes ya saben de quién hablo, John Abiud Ramírez, quien llegó a apoderarse de nuestros recursos, como en su momento lo hicieron los españoles. Y no contento con ello se ha valido de mañas corruptas y sucias componendas para no perder el manejo de la alcaldía. O más bien para no perder el manejo del botín, para continuar con el robo programado del erario de aquí a 2040, según dicen quienes lo conocen que son las intenciones que se trae.
Ya todos sabemos que hoy la alcaldesa de Girón es su supuesta exesposa, aunque en realidad se trató de una separación de mentiritas para no inhabilitarla como candidata, logrando así coronar la segunda fase de su latrocinio, entendido latrocinio según el diccionario como el “hurto o fraude que se comete contra bienes públicos”.
Y ahora en la tercera fase de su astuto plan pretende meternos los dedos en la boca a los gironeses, convenciéndonos de que debemos elegir a su hermano el odontólogo, al que tuvo sentado unos meses en la secretaría de Ambiente en función de que adquiriera la experiencia necesaria para seguir John Abiud y su parentela robándose el municipio.
¡Qué bonita familia, pues! Y es aquí donde pregunto: ¿los gironeses lo vamos a permitir? ¿Vamos a dejar que el patrimonio arquitectónico de Girón representado en su casco histórico siga sometido a la suciedad y al más completo abandono, solo porque es el sector de Girón que le pone menos votos? ¿Nos vamos a tener que aguantar de alcalde por cuatro años más a un tipo que no sabe ni hablar y cuyo manejo de lenguaje es más pobre que el de un estudiante de bachillerato, y es el motivo por el cual no quiso asistir al debate del Canal TRO con los otros candidatos? ¿Nos merecemos semejante ignominia, mejor dicho?
Dije al comienzo de esta intervención las dos primera palabras con las que la Pola se despidió de este mundo antes de caer bajo las balas asesinas del opresor, y vienen ahora a mi mente las diez palabras finales: “¡Pueblo Miserable, yo os compadezco! ¡Algún día tendréis más dignidad!”
En conclusión: si usted quiere contribuir a acabar con tanta indignidad, vote a conciencia, no a cambio de un beneficio económico. Y le invito a compartir este video.
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