¿Qué pasaría si un candidato a una gobernación o a una alcaldía quedó de segundo y no le interesa aceptar la curul de diputado o de concejal que le concede la ley, pero sus amigos le piden que la acepte sólo para hacerle daño a quien por número de votos conquistados le correspondería? Aquí el abogado, historiados y analista político Gerardo Martínez resuelve la intriga.