¿Cuándo empezará a disminuir la población mundial? Es la pregunta del momento, luego de ratificarse que China perdió población en 2022 y bajó a 1.411,8 millones de personas, con tendencia a seguir profundizando el fenómeno, a pesar de los esfuerzos del gobierno por lograr que las mujeres tengan más hijos.
En China la tasa de fecundidad es de 1,28 hijos por mujer, cuando el promedio de reemplazo que se requiere para poder mantener estable la población es 2,1. Pero el problema no es sólo del gigante asiático, en Estados Unidos la tasa de fecundidad es 1,64. Incluso India, que está a punto de ser el país más poblado del mundo, tiene una tasa de 2,05 y podría bajar más.
El Fondo de Población de Naciones Unidas presentó hace dos décadas sus proyecciones demográficas para el siglo XXI, y mostraba una tendencia al alza, aunque con curvas suaves, que indicaban que el planeta tendría 9.700 millones de personas en 2050 y 10.400 millones en 2080.
Sin embargo, todas estas proyecciones se han corregido, teniendo en cuenta que la tasa de fecundidad mundial podría llegar a 1,7 hijos por mujer, lo que haría que los 9.700 millones de seres humanos se logren, pero en 2065, y de allí empezará una caída que llegará a una población cercana a los 8.500 millones al finalizar el siglo. Una situación muy dramática.
La nueva realidad demográfica se entiende por la decisión de las mujeres de negarse a ser máquinas de tener hijos. Ellas han cambiado en los últimos treinta años su rol en la sociedad, acumulan más estudio y ocupan mejores posiciones en el mundo laboral. A esto se agrega la situación económica, especialmente de los jóvenes, que hace que tengan dudas sobre si formar o no una familia, y si es prudente procrear.
Un hecho que no ha permitido que el descenso poblacional sea más pronunciado, es la caída en las cifras de mortalidad, tanto de niños como de ancianos, debido a las mejores condiciones de nutrición y salud. Esto ha hecho que la esperanza de vida oscile los 75 años en el mundo y el índice de envejecimiento sea cada vez más alto.
Colombia se suma a esos ejemplos de quiebre de tendencia demográfica, al registrar en 2022 un descenso de 7,8% de nacimientos en las áreas urbanas y 8,9% en las zonas rurales, frente a 2021, de acuerdo con el DANE. La tasa bruta de natalidad llegó a 11 nacimientos por cada mil habitantes, el indicador más bajo desde hace una década y la tasa de fecundidad se ubicó en 1,7 hijos por mujer. Lo particular de la revelación del DANE, es que todos los departamentos, sin excepción alguna, vieron caer los números de los nacimientos, además de un descenso en la mortalidad el año pasado.
La pregunta que también nos debemos hacer, es ¿qué va a pasar social y económicamente cuando la población empiece a descender rápidamente y sea cada vez más vieja?
@humbertotobon
*Subgerente de Planeación Regional de la RAP Eje Cafetero