Por GERMÁN AYALA OSORIO
Aunque es improbable que Rodolfo Hernández Suárez llegue a la presidencia, el incremento en la intención de voto justifica estas disquisiciones sobre lo que sería un gobierno del político santandereano.
El ingeniero Hernández es un político muy cercano al talante de Uribe Vélez: patán, mal hablado, autoritario y muy dado a hacer componendas. Aunque tiene pendiente el caso de Vitalogic, no creo que reciba señalamientos, investigaciones y procesos por paramilitarismo y masacres como los que atormentan al caballista y latifundista antioqueño.
La llegada a la Casa de Nariño de Hernández no haría mayor diferencia para los agentes económicos y políticos del Establecimiento. El Trump colombiano o quizás el Abdalá Bucaram criollo, daría juego a todos, pues no constituye un faro moral, como tampoco propone ajustes al modelo económico, y mucho menos a las lógicas que mueven a una sociedad atrapada en los remolinos del ethos mafioso que el 1087985 logró entronizar durante sus ocho aciagos años en el poder.
Comparte con Uribe la intención de debilitar las instituciones para reducirlas a sus caprichos. Hernández es manipulador y mentiroso, como el sujeto sub judice 1087985. Solo gobierna para sus amigotes e intereses.
Hernández es un godo recalcitrante que quiere posar de liberal. El no soportar sus deshilvanados discursos en una ideología precisa, constituye un riesgo ético-político: su presidencia sería como un imán con el que atraería a todo tipo de fuerzas políticas poco interesadas en proponer cambios sustanciales en las lógicas que atraviesan la triada Estado-Sociedad-Mercado. En esos tres componentes, el país necesita cambios sustanciales. Y estoy seguro que Hernández Suárez no tiene el talante y mucho menos la preocupación o la intención de modificar nada, porque, justamente, en las condiciones en las que ha operado esa triada, logró amasar la riqueza que él mismo ha declarado que tiene.
Insisto, Hernández gusta por deschavetado, impulsivo y patán. Es probable que miles de colombianos vean en él el remplazo de Uribe: su desparpajo al hablar y el ser capaz de irse a las manos e incluso, de dar bala, gusta en esa parte de la sociedad que aún cree que ser hombre es comportarse como lo han hecho Uribe Vélez y Rodolfo Hernández: como machos cabríos. La derecha colombiana está inflando al exalcalde de Bucaramanga, porque la campaña de Federico Gutiérrez se estancó. Alias Fico no convoca no solo porque es el ungido de Uribe, sino por su propia incapacidad y falta de carisma: se ve ordinario y poco inteligente. Ya lo había dicho Salomón Kalmanovitz: no tiene el intelecto para manejar al país y comprender sus problemas.
Otro aspecto que lo acerca al expresidente y ex presidiario tiene que ver con el querer presentarse como víctima. Uribe lo hizo, aludiendo a que su padre fue asesinado por las Farc, hecho que la dirigencia de esa guerrilla, durante el proceso de La Habana, desmintió. En las últimas horas, circuló un video previo a una entrevista que daría para el noticiero Noticias RCN, en el que Hernández Suárez asiente al momento en el que la periodista le indica que presentará una imagen de su hija, secuestrada y hasta el momento, desaparecida. La responsabilidad recae en el ELN.
Tanto el noticiero RCN como el ingeniero Hernández supieron explotar ese doloroso hecho. Ya lo había hecho en el pasado la revista Semana.
Así, un eventual gobierno de Hernández Suárez solo serviría para consolidar el régimen de poder que hoy opera, para beneficio de unos pocos. Nada cambiaría. Los madrazos y señalamientos contra los corruptos le sirven al ingeniero para ocultar su incomprensión de los problemas del país. Su interés no está en proponer cambios.
@germanayalaosor
* Foto de portada, tomada de Bluradio.com
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