Soy positiva para negativa

Por NANY PARDO

Amanezco con una noticia poco grata: he sido perfilada por el gobierno de turno y me incluyeron en una lista negra con calificación NEGATIVA junto a políticos como Gustavo Petro, Katherine Miranda e Inti Asprilla, periodistas como María Jimena Duzán, Daniel Samper y Gonzalo Guillén, y activistas como Cathy Juvinao y María Fernanda Carrascal. Desde Presidencia no solo analizaron nuestro comportamiento en redes, con enfoque especial en Twitter, sino que además le exigieron al contratista que aportara nombres reales de las cuentas perfiladas (por si utilizaban un alias) y sus cédulas. Llama la atención que con plata del erario se pague por este tipo de persecuciones y señalamientos que le ha costado el exilio y hasta la vida a otros colegas.

«Se los dije: a Venezuela llegaríamos, pero por la derecha».

Aquí les cuento un poco sobre la firma contratada para tan honorable propósito por Iván Duque y por su alto consejero para las comunicaciones, el señor Hassan Nassar.

A grosso modo, Iván Duque, en tan solo dos años, ha destinado $27 mil millones del Fondo de Programas Especiales para la Paz para beneficiar a una SAS en manos de un tal Pipo (un experto en eventos, conciertos y ferias).

La SAS en cuestión se llama Du Brands, y como ya dije, el tal Pipo (Pedro Sarmiento) es su cabeza visible. El último contrato, en plena pandemia, fue del orden de más de $3 mil millones. Su objeto: mejorar la imagen de Iván Duque en redes sociales y perfilar a las cuentas con mayor número de seguidores e interacciones. Es decir, conseguirle muchos «likes» a Duque y determinar a quién le cae bien, a quién mal y a quién ni fu ni fa. ¡Todo un adolescente desesperado por popularidad! Por tal motivo, en la entrega final que hace Du Brands, los perfilados son calificados como positivos,  negativos o neutros. Este pechito, como ya les conté arriba, quedó metido en el grupo de los «bad guys». Positivo para negativo, mejor dicho. (Ver “lista negra” en este enlace).

Llama la atención, aparte del origen de los fondos utilizados (nada menos que LA PAZ), que esa tarea se la encomienden a un experto en micrófonos y proyectores, a un sujeto con maestría en canapés y picadas, con doctorado en foforros y pachangas, y no a un gurú de la comunicación estratégica digital. ¿Qué hay detrás?

Según la rigurosa investigación de Daniel Coronell, que quedó consignada en la columna de opinión «El Fundador», publicada en el portal de opinión #LosDanieles, lo que hay detrás huele muy mal, como todo lo del uribismo. Revisando el entramado de socios, el cual es muy opaco porque así lo permite la ley colombiana, sale a la luz un nombre clave: Carlos Eduardo Gutiérrez. ¿Quién diablos es este sujeto? (Ver columna de Daniel Coronell).

Carlos Eduardo Gutiérrez es, nada más y nada menos, que un prestamista, para decirlo bonito. ¿Un gota a gota acaso de esos que cobran con pistola al cinto? Ni idea. La cosa es que prestando plata al interés amasó su enorme fortuna. El tipo, además, es un uribista de pura cepa de esos que hasta versos le componen al preso de El Ubérrimo. Se cree poeta. En manos de semejante ficha está nuestra información personal.

Y bueno…también es un financiador de campañas de políticos de sus afectos (la de Álvaro Uribe Vélez, por ejemplo). ¿Le firmó Iván Duque algún cheque en blanco a este señor, durante la campaña, y ahora le está pagando, devolviéndole «el favor», a costillas de la plata de la paz? ¡WTF!

Porque esa es plata perdida y todos lo sabemos, ¿o no? Ni la plata de la paz se debería tocar para nada distinto a la paz, ni se debería desperdiciar en misiones imposibles: la imagen de Duque no mejorará en redes ni en ninguna parte y menos con un experto en conciertos detrás. Y a los perfilados como NEGATIVOS ni con electrochoques nos harán cambiar de opinión.

Lo más indignante es que 10 millones de enteleridos votaran por Iván Duque para que hiciera trizas la paz, desfinanciara su implementación y alimentara con esos dineros un proyecto fascista en el que perfilan ciudadanos al mejor estilo de Chávez o Maduro. Se los dije: a Venezuela llegaríamos, pero por la derecha.

¿Contentos, queridos uribistas?

Nota al margen: la investigación de la Fundación para la Liberta de Prensa (Flip) está consignada en este link y allí pueden acceder a toda la documentación, incluida la lista completa de perfilados. Algo muy interesante es descubrir quiénes son los influenciadores calificados como POSITIVOS, esos que hacen parte de la bodega uribista y que suelen ser beneficiarios de contratos millonarios por solo mirar el techo.

@NanyPardo

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