Ha partido Vladimir Zabala Archila, quien nos deja un ejemplo de compromiso, acción y perseverancia por una Colombia en paz y con democracia de calidad.
Su vida fue profundamente marcada por su padre: Germán Zabala, un matemático, filósofo y hombre jugado por el cambio, por la transformación social, por el protagonismo popular. Esto lo llevó a trabajar al lado del padre Camilo Torres Restrepo, y en esa causa crecieron el niño Vladimir y todos sus hermanos. Fue una impronta profunda, que marcó toda su vida.
Vladimir junto a su padre y toda la familia Zabala Archila, se mantuvieron al lado de la lucha popular, de la acción organizada por una Colombia justa y respetuosa, siempre al lado de los que sufren exclusión y autoritarismo, de la barriada popular a la vereda campesina, del mundo afro e indígena, al mundo obrero y sindical. Siempre tuvo energía para involucrarse con juicio y compromiso.
Vladimir mostró pasión por la educación y la ejerció de mil formas, en esencia fue un educador para la acción transformadora.
Tenía una enorme cultura y una alegría para compartir, siempre cálido y fraterno, era todo sencillez y dado a la amistad y al disfrute de las cosas sencillas de la vida.
Siempre me impresionó su excelente memoria, la capacidad para recordar hechos al detalle, los protagonistas, las circunstancias. Además fue un hombre con profunda vocación por el estudio y conocimiento de América Latina, la recorrió y la vivió toda.
Vladimir Zabala Archila nos deja una vida jugada por el cambio, por el mundo popular, por lo justo y correcto. Trasegó sin pausa ante la injusticia y el atropello, con una voz telúrica y un corazón para compartir y luchar.
Buen viaje, querido Vladimir. En esa dimensión donde ahora habitas, seguimos conectados en la causa popular y el amor eficaz que aprendimos de nuestro querido Camilo Torres Restrepo.
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